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Extractos del libro Aurora de la revolución socialista internacional

de Stefan Engel, Gelsenkirchen, marzo 2011

II.3 La amenaza a las bases de la vida de la humanidad mediante la
catástrofe ecológica global

La unidad entre el ser humano y la naturaleza constituye el fundamento sobre el cual se
desarrollan todas las sociedades humanas y sus modos de producción. En el libro
Krisen und Klassenkampf (Crisis y lucha de clases) se puede leer al respecto:
"Toda producción es unión entre trabajo y materia natural. El hombre produce
arrancando de la naturaleza la riqueza material mediante su trabajo; transforma las
formas de las materias de la naturaleza y crea los diferentes valores de uso que son
útiles para la sociedad humana. … Este intercambio de materia entre el ser humano y
la naturaleza es una condición de toda vida humana y fundamental para todas las
formaciones sociales." (Willi Dickhut, Krisen und Klassenkampf, pág. 9; el resaltado es
del autor). Desde su inicio, el modo de producción capitalista conllevó momentos de la
destrucción de la naturaleza. Las causas eran el bajo nivel de desarrollo de las fuerzas
productivas, la producción de mercancías orientadas hacia la ganancia y conocimientos
insuficientes sobre las consecuencias a largo plazo de la intervención humana en la
naturaleza. Recién con el desarrollo hacia el imperialismo y la extensión de la
producción capitalista de mercancías a nivel mundial, la explotación abusiva de la
naturaleza y la destrucción del medio ambiento pudieron adquirir dimensiones
mundiales.
En los años 1980 había que partir de que los "cambios del medio ambiente natural …
por parte de la humanidad" habían pasado "a una fase acelerada de la destrucción del
suelo, agua, aire, de la flora y fauna afectando todas las condiciones fundamentales de
la existencia humana". Había surgido una crisis ecológica que no estaba muy lejos de
un "cambio cualitativo hacia una catástrofe ecológica, si no se toman inmediatamente
medidas radicales". (Ibíd., págs. 180-182).
En aquel entonces el MLPD hizo una cualificación acertada de la crisis ecológica,
caracterizándola como "fenómeno concomitante de la crisis general del
capitalismo", pues en ese estadio no constituía aún una necesidad económica para el
modo de funcionamiento de la producción capitalista. Por consiguiente, era posible
eliminar la crisis ecológica "por una lucha activa contra la política de los monopolios en
tanto exista aún la posibilidad de salvar a la naturaleza". (Ibíd., pág. 186).
A inicios de los años 1990 hubo por primera vez indicios de que la crisis ecológica
transitaba hacia una catástrofe ecológica global.
"Hablamos pues de una catástrofe ecológica global cuando la destrucción del
metabolismo natural entre la tierra, el agua, el aire, la flora y la fauna alcanzan tal
1
dimensión que éste pierde su equilibrio, destruyéndose con ello las bases de cualquier
existencia y producción humanas." (El neocolonialismo y los cambios en la lucha por la
liberación nacional, pág. 245).
En aquel entonces se manifestaron cuatro características principales del cambio de
la crisis ecológica a una catástrofe ecológica global:
· el efecto invernadero debido a una emisión masiva de gases invernaderos,
· el creciente agujero de ozono,
· la acelerada destrucción de los bosques tropicales lluviosos,
· catástrofes ecológicas regionales, tales como inundaciones, sequías, la catástrofe
nuclear de Chernobyl, las destrucciones por las guerras imperialistas, tales como por
ejemplo en el Cercano Oriente.
La transformación de la crisis ecológica de un fenómeno concomitante en un
fenómeno sujeto a leyes inherentes
Con la nueva organización de la producción internacional, desde los años 1990, la
crisis ecológica se convirtió en un fenómeno inherente al modo de producción
capitalista. Esto significa que la producción y el consumo capitalistas sólo funcionan
sobre la base de una destrucción crónica, y llena de crisis, del medio ambiente.
Con lo cual el desarrollo del capitalismo ha llegado a tal punto, donde se vuelve
incompatible con la conservación de las bases naturales para la vida de la
humanidad. Esto se debe sobre todo a dos razones:
Primero, con la nueva organización de la producción internacional la
sobreacumulación de capital se volvió crónica: Las posibilidades de inversiones de
capital que prometen la ganancia máxima, no guardaron el paso con la ampliación del
capital. Por eso la explotación desconsiderada de los recursos naturales, como una
fuente de riqueza y al nivel de la destrucción sistemática y en todo aspecto de la
unidad vital entre el hombre y la naturaleza, se ha convertido por primera vez en
coacción económica; de otra manera, el capital financiero internacional, único
dominante ya no pudo seguir realizando mas ganancias máximas.
Segundo, la transición a la catástrofe ecológica global ha alcanzado tal punto, en el
cual han surgidos daños irreversibles en los procesos circulatorios de la materia a
nivel global y del equilibrio ecológico global. En la destrucción preñada de crisis del
medio ambiente, se han desarrollado factores que despliegan una desastrosa dinámica
propia y aceleran aún más el cambio hacia la catástrofe ecológica global.
Factores económicos que agudizan la crisis ecológica
Para contrarrestar la baja tendencial de la tasa de ganancia bajo condiciones de
sobreacumulación crónica, los supermonopolios internacionales son forzados a aplicar
nuevos métodos, los cuales, particularmente respecto a su dimensión e interacción
con el medio ambiente, aceleran al extremo su destrucción.
2
Primero: Aumento continuo de la producción en masa en vez de satisfacción de
las necesidades de las masas
Los capitales crecientes sólo encuentran nuevas posibilidades de inversión, si se crean
artificialmente nuevas necesidades y las vuelven de moda, como por ejemplo siempre
nuevos instrumentos de comunicación u ofertas de entretenimiento. Para este propósito
se echan al mercado crecientes cantidades de trastos, que nadie necesita, mientras
que por otro lado una parte creciente de la humanidad carece de lo más necesario. Al
mismo tiempo, con el fin de aumentar artificialmente las necesidades de compra, se
limita deliberadamente la vida útil de los productos; por ejemplo de los celulares,
computadoras y demás artículos electrónicos, o de los vestidos o automóviles. La lucha
por dominar el mercado mundial obliga a los capitalistas a reducir los tiempos de
rotación de capital y extender continuamente la producción. Adicionalmente, la
producción masiva es atizada por el capital especulativo, sin considerar en modo
alguno las posibilidades decrecientes de poder vender también todos los productos.
Esta "producción desechable" despilfarra en medida creciente la fuerza de trabajo
humana y los recursos naturales. Sin embargo, la renovación de los medios de
producción sobre la más moderna base tecnológica y la internacionalización de la
producción hicieron madurar, al mismo tiempo, todos los requisitos materiales para
producir de una manera que permite proteger la naturaleza y satisfacer
sistemáticamente todas las necesidades de las masas.
Segundo: Control de los mercados nacionales por el capital financiero
internacional y su inundación con mercancías
Para poder vender también el caudal siempre creciente de la producción en masa los
monopolios internacionales han sometido completamente al mercado mundial. En todo
el mundo la Organización Mundial de Comercio (OMC) hace tocar el grito de guerra de
la "liberalización de los mercados" y elimina –en provecho del capital financiero
internacional– todas las reglamentaciones nacionales, utilizadas sobre todo por los
países dependientes y oprimidos por el neocolonialismo con el fin de proteger sus
mercados locales. Al hacerlo, la protección del medio ambiente es sometida
rigurosamente a los usos internacionales y los intereses de los monopolios
internacionales por sacar la ganancia máxima. El acceso abierto a todos los mercados
nacionales del mundo es una condición política esencial para la realización de la
desbordante producción de mercancías y el pillaje despiadado del aire, agua y suelos
puros, inundando así el último rincón virgen de la Tierra con mercancías que son
acompañadas por las consiguientes montañas de basura.
Tercero: Depredación despiadada de los limitados recursos naturales en lugar de
una economía circular
El control exclusivo de los mercados nacionales e internacionales bajo el dominio único
del capital financiero convierte a la mayoría de los países en tiendas de autoservicio en
materias primas y manos de obra. El saqueo despiadado de los yacimientos de
materias primas es considerado por el capital financiero internacional sólo como una
fuente "natural" para aumentar la ganancia máxima. Entre 1999 y 2008 los consorcios
petroleros internacionales hicieron subir la extracción de petróleo de 3,5 a casi cuatro
mil millones de toneladas por año. Entre 2000 y 2008 los tres consorcios mineros más
grandes han más que triplicado el volumen de ventas, de 43 mil millones a 151 mil
3
millones de dólares norteamericanos. La lucha competitiva entre los imperialistas agota
cada vez más rápido las reservas de materias primas. En el caso del petróleo crudo,
hace ya algún tiempo que el descubrimiento de nuevos yacimientos no guarda el paso
con el aumento de la extracción, así que el histórico punto culminante de la cantidad
extraída (pico petrolero) debe ser alcanzado a corto o largo plazo. Considerando este
hecho, la explotación de petróleo y gas natural se extiende cada vez más hacia terrenos
difícilmente accesibles, como es es el caso de la explotación en alta mar. Los
monopolios internacionales no se detienen incluso ante la Antártica. Se supone que
aquí se encuentra un 30 por ciento de las reservas de gas natural y un 13 por ciento de
las reservas de petróleo todavía no descubiertas en la Tierra.
El capital financiero internacional no vacilará en arrebatarle a la Tierra toda la materia
prima para luego despilfarrarla. Practica una desbordante "cultura de usar y tirar" y se
defiende con uñas y dientes contra la implementación de una amplia economía circular,
en la cual se reciclan las materias primas. Las tecnologías existen; protegerían los
recursos y desde el punto de vista macroeconómico serían sumamente rentables. Pero
no se utilizan.
Cuarto: Producción de energía que promete la ganancia máxima en vez de
energías renovables
Con el incremento de la producción en masa y el aumento a saltos de la productividad
del trabajo, crece también a saltos la cantidad de energía requerida para eso. Puesto
que los monopolios consumidores de energía están interesados en bajar sus costos,
pero los vendedores –los monopolios internacionales en el sector petrolero, minero y
energético– quieren aumentar sin consideración las ganancias, subiendo por
consiguiente los precios para la energía, no es posible que la tecnología de energías
renovables se imponga espontáneamente. Se requerirían miles de millones en
inversiones para reemplazar los motores a gasolina o diésel por motores eléctricos o
células de combustibles, a fin de establecer, por ejemplo, una nueva red de estaciones
de servicio. La misma ambición de conseguir ganancias rápidas sin hacer mayores
inversiones se esconde tras el rechazo de los monopolios de acabar con el desperdicio
de los recursos y la contaminación del medio ambiente mediante la incineración de
residuos, cerrar las centrales térmicas de carbón y renunciar al uso de la energía
nuclear pues es incontrolable. En el 2010 hubo planes de construir más de 145 nuevas
centrales nucleares, las que año tras año producirán otros miles de toneladas de
residuos radiactivos y cuya irradiación se mantendrá millones de años, provocando
daños permanentes a la flora y fauna, así como a la humanidad.
En junio del 2008 el consorcio Siemens publicó un folleto con el título engañoso
Energieeffizienz und Umweltschutz (Eficiencia energética y protección del medio
ambiente). Allí se parte de una duplicación del consumo de energía entre 2005 y 2030:
de 18 a 35 billones de kilovatios hora. El aumento de la generación de electricidad
basada en energías renovables de cerca de 360 mil millones a 3 billones 150 millones
kilovatios hora es, en este contexto, sólo es una vergonzosa hoja de parra. Pero en el
mismo espacio de tiempo, la generación de electricidad basada en fuentes fósiles ha de
aumentar casi desenfrenadamente: de 12,06 billones a 21,7 billones kilovatios hora. El
capital financiero internacional y los gobiernos imperialistas no tienen la intención, ni la
voluntad, de imponer la necesidad vital de restringir o cesar la combustión de recursos
fósiles.
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Quinto: Destrucción del medio ambiente mediante la logística internacional y el
tráfico mundial
La caza de las materias primas y productos prefabricados sumamente baratos ha
conducido a un sistema de transportes mundiales y logística internacional, que no está
orientado al trato cuidadoso de los seres humanos y de la naturaleza, sino al mandato
del "just in time" (justo a tiempo) de la ganancia máxima. Los supermonopolios
internacionales incluso saludan el derretimiento de las masas de hielo en los polos. Así
declaró Max Johns de la Asociación de Navieros Alemanes: "Sin banquisas por primera
vez sería posible organizar un transporte lucrativo de las materias primas". (Spiegel
online, 17 de septiembre de 2009 – archivado en www.webcitation.org/5wFPeL95d; en
alemán).
Mientras tanto en todos los países del mundo se producen un sinnúmero de materias
primas, productos componentes y alimenticios. El carácter progresista de esta división
internacional de trabajo es pervertida mediante el hecho de que la lucha competitiva por
la más rentable producción resulta en millones de kilómetros diarios recorridos por
buques cargueros y petroleros, aviones, trenes y camiones, sobre vías de transporte
nocivas para el medio ambiente e insensatas desde el punto de vista macroeconómico.
Los monopolios europeos en el sector agrario y alimentario, por ejemplo, sólo hacen
matar al ganado porcino, vacuno y terrícola allí donde pueden bajar los costos y obtener
ganancias máximas. Por eso, en el 2010 cada día laborable estuvieron en camino por
las calles de Europa 26 millones de animales hacia los mataderos y, de ellos, un 75 por
ciento en transportes de larga distancia. Sobre todo los camiones necesarios para esto
contribuyeron regularmente al colapso del tráfico en las autopistas y carreteras
nacionales.
Sexto: Sumisión de la agricultura bajo los intereses del dominio único del capital
financiero internacional
Al buscar oportunidades de inversión que prometan la ganancia máxima, los
monopolios del sector agrario, químico y alimentario han industrializado la agricultura a
nivel mundial sometiéndola bajo sus intereses de capital. Ejercen el dominio sobre
grandes partes de las tierras cultivables y de las semillas, así como los bancos de
genes. La excesiva intensificación de la producción agrícola tiene como consecuencia
el uso de enormes cantidades de abono químico, herbicidas e insecticidas altamente
tóxicas, como también el empleo de otras sustancias en parte gravemente nocivas a la
salud en la producción animal. Las superficies agrícolas se destruyen cada vez más y
aumentan continuamente los alimentos producidos artificialmente o contaminados por
sustancias tóxicas. Mientras que la hambruna se extiende a nivel mundial, una parte
cada vez mayor de las superficies cultivadas es mal usada para el cultivo de
combustibles renovables so pretexto de la producción de "bioenergía". La producción de
carne se ha vuelto un gigantesco negocio. Eso ata en muchos países grandes
cantidades de productos vegetales que ya no pueden ser utilizados como alimentos
para los seres humanos. Por otra parte, la emisión de metano ligada a la ganadería
intensiva contribuye considerablemente a la intensificación del efecto invernadero.
Séptimo: La destrucción del habitat natural restringe peligrosamente la
producción y reproducción de la vida humana
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En todas las grandes ciudades crecen los problemas con el agua y la basura, con el
tráfico en las calles y el smog, así como con una infraestructura urbana catastrófica o
apenas existente. En 2009 la mitad de la población mundial vivía en ciudades y un ocho
por ciento ya en megaciudades con más de cinco millones de habitantes. Una carga
particular constituye la depauperación social y psíquica provocada por una vida sin
trabajo ni seguridad social, en barrios con alta criminalidad o en villas miserias.
La destrucción del medio ambiente afecta a los seres humanos más allá de todo límite
regional o nacional. Tienen causas físicas los daños provocados por rayos
electromagnéticos ("electrosmog") y la radiación ionizante emitida por sustancias
radiactivas. Las intoxicaciones y el aumento peligroso de muchas alergias tienen
causas químicas. Mientras tanto, según estimaciones, existen más de 150.000
sustancias artificiales tóxicas que entran en la biósfera mediante la producción
capitalista y una parte de éstas en grandes cantidades. Provienen del material plástico y
de la incineración de la basura. Muchos de estos venenos tienen un efecto nocivo en
los procesos biológicos sin que sean consumidos pues aumentan su concentración en
la biosfera.
De la superficie total del bosque lluvioso tropical todavía existente en 1950 –bosque de
suma importancia para el ciclo del carbono y el clima mundial– ha desaparecido la
mitad hasta 1985 mediante la tala y quema de bosques.
La sobrepesca de los océanos ha alcanzado dimensiones dramáticas. Muchas de las
especies marinas están en peligro de extinción o ya han desaparecido. Sin cesar
aumenta la polución de los océanos con residuos. En las aguas del Atlántico y Pacífico
se han formado remolinos gigantes de basura; ahí flotan residuos plásticos en un
múltiple de la superficie de Alemania. Al disolverse en partículas cada vez menores
("microplástico") envenenan a los peces y otros animales marinos.
Accidentes de buques petroleros y otras catástrofes afectan crecientemente a los
océanos, como fue el caso de la plataforma petrolera "Deepwater Horizon" en 2010,
cuando el consorcio BP contaminó el Golfo de México con aproximadamente 780
millones de litros de crudo. Pero ya el triple de esta cantidad de crudo se vierte cada
año en los océanos mediante la navegación de petroleros y otros buques.
Estos métodos en parte no son nuevos. Lo nuevo es que, sobre la base del dominio
único del capital financiero internacional, son aplicados a ultranza y en todos los
aspectos. También es nuevo, que estos métodos hoy en día se han vuelto condiciones
fundamentales del dominio del capital financiero internacional sobre el mercado
mundial y de una producción que brinde ganancias máximas, convirtiéndose así en una
coacción económica para el modo de producción capitalista internacionalizado. En su
interrelación recíproca y en su dimensión constituyen una nueva cualidad de la
explotación de los recursos naturales, la cual, a ese nivel, disuelve la dialéctica
fundamental entre el ser humano y la naturaleza.
Transformaciones irreversibles y efectos recíprocos destructivos en la naturaleza
Particularmente en el calentamiento global ha surgido una dinámica propia que agrava
considerablemente las intervenciones destructivas del hombre en la naturaleza,
acelerando la transición hacia la catástrofe ecológica global.
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· El hielo polar ártico conformaba a fines de los años 1970 un área aproxima de 15
millones de kilómetros cuadrados en el invierno y de 7,5 a 8 millones en el verano.
Desde entonces el área con hielo se había reducido tanto que en el verano de 2010
sólo sobraban 4,6 millones de kilómetros cuadrados. En 2007 por primera vez el
paso noroeste, al norte de Canadá, quedó libre de hielo. También el gruesor de la
capa de hielo restante se redujo de 1980 a 2008 en un 53%. Mediante el efecto
albedo este dramático deshielo de la masa helada del Artico influye al clima de todo
el mundo. El agua y el hielo reflejan los rayos solares de una manera muy diferente:
las áreas gélidas reflejan los rayos solares hacia el espacio hasta en un 90%,
mientras que las superficies acuáticas absorben al 90por ciento de esos rayos como
calor. Esto tiene amplios efectos sobre las corrientes marinas y aéreas, conduciendo
primero a una reforzada aceleración, por sí misma, del calentamiento en esa región
y, luego, a causa del efecto invernadero, en toda la tierra.
· Desde los años 1960 las temperaturas ya han subido cerca de tres grados Celsius,
como en Siberia. Los permafrost se deshielan. En Canadá la frontera de hielo
permanente se ha movido en más de 130 kilómetros hacia el polo. Inmensas
cantidades de C02 y metano comienzan a desprenderse de los permafrost, los
cuales hasta ahora cubrían grandes áreas de Siberia, Alaska y Canadá; todo esto
refuerza el efecto invernadero.
· Un efecto más del calentamiento de la región del polo norte es el acelerado
derretimiento del hielo sobre el territorio Groenlandés. En el primer decenio del siglo
XXI el promedio del derretimiento aumentó al doble hasta al cuádruple. El
derretimiento glacial, además de la expansión del agua más cálida, es actualmente la
causa principal para la elevación del nivel del agua de los mares. Ya en el siglo XX el
nivel del mar aumentó a nivel mundial un promedio de 17 centímetros, con tendencia
a acelerarse. Si solamente el hielo del suelo Groenlandés se derritiese por completo
tendría lugar un aumento del nivel del mar de 7 a 8 metros. Países enteros estarían
bajo el agua y serían inhabitables.
· La masa del plancton vegetal, la base de la pirámide alimenticia en el mar, se ha
reducido desde 1950 en un 40% como consecuencia de la elevación de la
temperatura marina. El plancton vegetal representa el 50% de toda la masa biológica
sobre la tierra y es responsable por mas del 50% de la fotosíntesis1. El avance en la
reducción a la mitad del plancton vegetal significa una catástrofe para la cadena
alimenticia de los océanos y la producción de oxígeno.
· La concentración creciente de CO2 en la atmósfera es también responsable por la
acidificación de los océanos, con vastas consecuencias para el conjunto de la
cadena alimenticia marina. En mutuo efecto con los residuos venenosos, que llegan
al mar ilegalmente o a causa de accidentes, el agua del mar ácida daña a las
plantas, a los pequeños seres vivientes, a moluscos, peces y aves. Mayormente la
consecuencia no es la muerte inmediata, pero las mutaciones genéticas aparecen
con mas frecuencia, la capacidad de reproducción es afectada, los daños crónicos al
sistema nervioso y hormonal se extienden. La creciente alteración del circuito
1 En la fotosíntesis se transforma el dióxido de carbono, pobre en energía, y el agua bajo la influencia de
la luz en azúcar, proceso que libera oxígeno.
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biológico y de las comunidades bióticas en el mar acelera el cambio cualitativo de
una crisis ecológica hacia una catástrofe ecológica mundial.
· El bosque lluvioso del Amazonas puede cumplir cada vez menos con su función
reguladora del clima mundial. Las fases de sequía extrema aumentan: en 2005 y en
2006 hubieron en secuencia inmediata dos períodos de sequía "del siglo", el nivel del
agua del río bajó hasta los 13 metros, zonas que antes estuvieron cubiertas de
bosques o que eran utilizadas para la agricultura se transformaron en estepas.
· Es de observarse extremas oscilaciones del tiempo mientras la catástrofe climática
se va acercando: un aumento de inundaciones –Pakistán en 2010, California en
2010, Australia en 2011– , de períodos de sequía –Rusia en 2010–, de frío extremo
–Sudamérica en 2010, Europa en 2010. Tales tempestades originan no solamente
crecientes daños económicos, sino que también provocan directamente la muerte a
cientos de miles de personas mientras que millones de otras tienen que huir del
lugar.
· La muerte de especies causada por el hombre ha adquirido una velocidad
amenazante. Cada año mueren 27.000 especies. El informe encargado por la
Comisión para la Biodiversidad de la Naciones Unidas, publicado en la primavera de
2010, trajo como resultado que desde 1970 hasta 2006 casi un tercio de toda la
población registrada de animales vertebrados ha desaparecido. La tendencia a
continuar la reducción dramática se da sobre todo entre las especies que viven en el
trópico y en agua dulce.
· Un problema poco investigado y aún menos atendido representan las llamadas
"substancias endocrinas". Son las substancias químicas portadas al medio ambiente,
que actúan como hormonas. Ellas modifican los sistemas de control en los seres
vivientes, afectando por ejemplo la hormona sexual que puede, entre otras cosas,
conducir a una disminución de la capacidad de reproducción. También la difusión
cada vez mayor de productos alimenticios modificados o producidos artificialmente, o
la manipulación cada vez mayor de plantas y animales manipulados genéticamente,
tiene consecuencias muy difíciles de prever. A nivel mundial se fortalece la tendencia
hacia la deformación de las proteínas. Epidemias viejas y nuevas se difunden
traspasando las fronteras nacionales. Aumentan fuertemente los tumores, alergias y
enfermedades de demencia; nuevos "síndromes" se multiplican afectando al sistema
nervioso y la salud mental de las personas. Todo esto es expresión del comienzo de
una amenaza directa a la producción y reproducción de la vida humana en general.
La amenaza del colapso de la capacidad de auto-regulación de la biósfera y en la
conservación de un relativo equilibrio de los seres vivientes superiores no puede ser
negada en modo alguno, mas aún cuando científicos a tomar en serio advierten del
peligro. El mundo se encuentra en una fase de transición al desarrollo eruptivo, no
controlado, de las contradicciones entre el hombre y la naturaleza, lo cual hace peligrar
directamente los fundamentos de vida de la humanidad.
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La catástrofe climática mundial que se acerca
A pesar del Protocolo de Kyoto1, y a pesar de la ampliación en energía renovable, el
porcentaje de la energía renovable al abastecimiento mundial disminuye; el consumo de
energía renovable crece mas lentamente que el crecimiento del consumo total de
energía. En ninguna otra cuestión la política de medio ambiente imperialista ha
fracasado tan abiertamente como en la salvación del clima mundial.
Entre 1900 y el 2007 la emisión mundial de CO2 ha crecido de cerca de dos a mucho
mas de 30 mil millones de toneladas. En noviembre de 2008 la Secretaría del Clima de
la ONU tuvo que comprobar que las emisiones de gases de efecto invernadero en 40
países industrializados se habían elevado en el 2,3% del 2000 a 2006, a pesar de todos
los juramentos en las conferencias sobre el clima. Tan sólo las emisiones mundiales de
CO2 crecieron desde 1990 a 2008 en un 40%
Ya no se puede negar el progresivo calentamiento de la Tierra. De los 13 años más
cálidos, desde que se comenzó a registrar la temperatura en 1850, 12 se ubican en el
espacio de tiempo que va desde 1995 a 2007. A partir de 2008, debido a la crisis
mundial económica y financiera, disminuyó un poco a nivel global el porcentaje de las
emisiones de origen fósil directas; sin embargo, esto no cambió en nada el crecimiento
del contenido de CO2 en la atmósfera y, particularmente, el crecimiento de la
temperatura promedio de la tierra.
Escenarios científicos2 parten del supuesto de que hasta el 2100 la temperatura
promedio sobre la superficie terrestre puede subir entre 1,1 y 6,4 grados sobre los 14
grados Celsius actuales. Si es que la humanidad no para radicalmente tal desarrollo se
secarán en grandes dimensiones los terrenos agrícolas y los bosques del planeta.
Una ofensiva del ecologismo imperialista
Con el comienzo de la nueva organización de la producción internacional el capital
financiero internacional inició una ofensiva del ecologismo imperialista. Este tiene como
objetivo descomponer, o por lo menos ganar para su "política medioambiental"
imperialista, al movimiento ecológico internacional, surgido en los años 1970 y 1980, y
que en su mayoría tiene un sello pequeñoburgués.
En 1990 el político norteamericano Al Gore presenta su libro La Tierra en juego, en el
cual advierte de una catástrofe del medio ambiente global y hace propaganda por una
"economía de mercado eco-social". En Alemania este engaño fue recogido en 1995 por
el teólogo y publicista Franz Alt, el antes ministro del medio ambiente del Sarre, Jo
Leinen (SPD), y el político verde que posteriormente fue ministro de relaciones
exteriores, Joschka Fischer, y publicaron un llamamiento bajo el título: "Un plan
Marshall ecológico". De forma amplia e insistente expusieron las devastaciones de la
crisis ecológica global, para luego declarar:
"Sólo mediante un proceder colectivo y enérgico de todas las personas, organizaciones,
empresas y gobiernos comprometidos con el medio ambiente puede impedirse aún su
1 Protocolo adicional adoptado el 11 de diciembre de 1997 en Kyoto (Japón) sobre la proyección de la
Convención Marco sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas con el objetivo de la protección del
clima.
2 Cuarto informe de evaluación del IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change), febrero de 2007.
9
destrucción, sobre todo aquel de nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos... La
salvación de los fundamentos naturales de la vida es provechoso para todos....
Economías ecológicas con consumo mínimo de energía y recursos no son sólo buenas
para el medio ambiente, lo son también para la economía." (Ökologischer Marshallplan,
en Internet: www.ramsch.org/martin/uni/fmi-hp/oemp.html – archivado en
www.webcitation.org/5wFIMDrgv).
Ese llamamiento da fundamento a la consigna de la "compatibilidad entre ecología y
economía" en el capitalismo, consigna que, entretanto, han hecho suya todos los
partidos burgueses de los monopolios. En esencia ella no dice otra cosa que: se
pueden tomar medidas para proteger el medio ambiente sólo cuando son compatibles
con los intereses de ganancia de los monopolios. Con lo cual los principales causantes
de la crisis del medio ambiente fueron transformados en salvadores, se les permitió,
bajo camuflaje ecologista, seguir acumulando su ganancia máxima. El ecologismo
imperialista apunta en hacer aparecer como superflua a la resistencia activa del
movimiento del medio ambiente, pues los responsables políticos y económicos ya
habrían tomado el asunto en sus manos.
Hace mucho tiempo que la tecnología del medio ambiente se ha convertido en una
nueva área para la inversión de capital y maximizar la ganancia. Bajo el dictado de
conquistar el mercado mundial incluso las tecnologías avanzadas, como la producción
de gas biológico o plantas de energía eólica, pueden ser convertirse en su contrario al
ser aplicadas de modo equívoco o desproporcionadamente, y traer consigo nuevas
destrucciones del medio ambiente. Bajo la bandera de "proteger al clima" se está
planificando guardar bajo tierra el CO2 de las plantas térmicas carboneras, con
abundante uso de energía, lo cual significaría devastadores daños al medio ambiente y
peligros para las personas.
El comercio mundial con los "derechos de contaminación" es el ejemplo más claro de
como los principales causantes de la amenazante catástrofe climática mundial
pervierten la protección del medio ambiente. En el libro Ist die Erde noch zu retten?1
("Todavía se puede salvar a la Tierra?") se dice al respecto:
"El método decisivo que se impuso en las Conferencias Mundiales sobre Cambio
Climático entre 1992 y 1997 fue el «comercio» con los derechos de contaminación.
Naturalmente que la lógica de la privatización del aire se impone siguiendo las actuales
relaciones de poder económicas y políticas: los grandes contaminantes reciben mas
licencias que los contaminantes pequeños. Quien hasta la fecha no ha causado
emisiones no recibe licencia alguna. Países en desarrollo que sólo presentan mínimas
emisiones de efecto invernadero tienen, a diferencia de los países imperialistas,
también mínimos derechos de contaminación y con ello, desde el principio, solamente
una parte marginal del rentable negocio. El proceso de Kyoto refuerza de este modo la
desigualdad económica entre los países neocoloniales y los imperialistas y es incluso,
además de ello, un instrumento para la opresión y explotación neocolonial." (pág. 80/84
de la edición en alemán).
Los "programas de protección al clima" de los dominantes no son solamente un engaño,
son también armas contra los rivales imperialistas e instrumentos para profundizar la
explotación y opresión neocolonial. Particularmente para los consorcios alemanes la
1 Colectivo de autores Neuer Weg, Ist die Erde noch zu retten?
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tecnología del medio ambiente se desarrolla como "un as en la competencia". La
"modernización tecnológica" comprende no solamente a la energía renovable y la biotecnología,
también a los métodos de producción y productos "revolucionados en su
eficiencia"; la aplicación minimizada en material, energía y fuerza de trabajo humana
debe respetar al medio ambiente, pero sobre todo prometer ganancias maximizadas. Y
esto es, a fin de cuentas, lo decisivo para el capital financiero internacional.
La "eficiencia medioambiental" significa sólo reducciones cuantitativas. En el mejor de
los casos ellas reducen algunas contaminaciones, sin embargo no solucionan el
problema de la necesaria transformación del modo de producción social que sea
adecuada para restablecer la unidad del hombre con la naturaleza.
La amenaza por una catástrofe ecológica global como una nueva contradicción
fundamental en el sistema mundial imperialista
En la transición hacia una catástrofe ecológica global la crisis ecológica se vuelve
idéntica con la crisis general del capitalismo, pues ella, con la nueva organización
del modo de producción capitalista internacional, se ha convertido en un fenómeno
sujeto a leyes inherentes. La crisis ecológica global afecta a toda la humanidad, aún
cuando, de acuerdo a la situación de clase, en diferente modo y medida. Ella amenaza
incluso al mismo modo de producción capitalista, pues le quita mas y mas los
fundamentos naturales a la desbocada producción en masa y de plusvalía.
Con la amenaza a la humanidad, mediante una catástrofe ecológica global, surgió una
nueva contradicción fundamental en el sistema imperialista mundial: la contradicción
entre el modo de producción capitalista y las bases naturales de vida de la
humanidad.
La maduración de la catástrofe ecológico no es, a pesar de los daños irreversibles ya
manifiestos, el destino inevitable de la humanidad. Su fundamento es el actual estadio
del imperialismo, y éste sólamente se mantiene inmodificable en tanto se deje mantener
al sistema imperialista mundial y su dominio sobre los hombres y la naturaleza. El
capital financiero internacional, único dominante, trata, con todo su poder, de mantener
por siempre el sometimiento de la producción social bajo su cerrado provecho propio.
Pero ese es el camino más seguro hacia la barbarie capitalista.
En el modo de producción social del socialismo la rentabilidad de los medios de
inversión aplicados es tan sólo un criterio, los otros no son menos importantes: sobre
todo qué productos necesita verdaderamente la sociedad y en qué cantidad y calidad;
cómo se pueden producir esos productos respetando al medio ambiente y a los
recursos; en qué medida deja reducirse el agotador trabajo físico o si los procesos
productivos son compatibles con la salud; cómo se toma influencia en el crecimiento de
la población y puede hacerse realidad una alimentación con víveres saludables; cómo
se puede evitar el innecesario derroche de transporte y se permite desarrollar un
sistema de transporte respetando al hombre y la naturaleza; cómo se puede recuperar
al medio ambiente natural ya fuertemente deformado; etc.
Una economía circular que lo abarque todo, con una unidad dialéctica de la producción
con el reciclaje para cerrar ampliamente el proceso circulatorio de materia, requiere un
nuevo tipo de industrialización con un nuevo nivel de integración de los diversos
11
procesos de producción y de recuperación. Todo esto exige un modo de pensar
sistémico, que no tolere ninguna competencia, ningún efectismo y ningún saber y
proceder fragmentario. Esto es idéntico con el establecimiento mundial del socialismo,
donde en el centro no esté más la plusvalía y la acumulación del capital, sino la
satisfacción de las necesidades de la humanidad en unidad con la naturaleza.
Extractos de la parte III: La estrategia y táctica marxista-leninista de la
revolución internacional
III. 3 Los cambios en la estrategia y táctica de la lucha de clases
nacional e internacional para preparar la revolución internacional
(…)
La importancia existencial de la lucha por la protección del medio ambiente
natural y contra la amenazante catástrofe climática mundial
La lucha por salvar las bases naturales de la vida ante el afán de lucro del capital
financiero internacional se convierte, además de la lucha por la liberación social y
nacional, en la tarea más importante de la revolución socialista internacional. ¡Hoy
en día, sin superar el modo de producción capitalista ya no se puede salvar
duraderamente el medio ambiente!
Hasta ahora en las luchas ecológicas estaban en primer plano, por lo general,
problemas locales o regionales como el accidente tóxico de Bhopal en India, el
escándalo por la basura en Napoli, Italia, la catástrofe de petróleo en el Golfo de
México, el almacenamiento criminal de desechos atómicos amenazantes para la vida o
la puesta en peligro de espacios vitales y riquezas naturales en muchos países. Pero
sin embargo crece a saltos, entretanto, la conciencia en las grandes masas de que la
crisis ecológica y climática tiene una dimensión global y que su causa principal es el
modo de producción capitalista en su nivel actual.
En la "Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de
la Madre Tierra" en Cochabamba del 20 al 22 de abril de 2010, se manifestaron y
discutieron más de 30000 participantes, de ellos más de 20000 campesinos, indígenas,
obreros, mujeres y científicos de Bolivia. En la declaración de la Conferencia Mundial se
dice:
"El capitalismo requiere una potente industria militar para su proceso de acumulación y
el control de territorios y recursos naturales, reprimiendo la resistencia de los pueblos.
Se trata de un sistema imperialista de colonización del planeta. ¼ El modelo que
propugnamos no es de desarrollo destructivo ni ilimitado. Los países necesitan producir
bienes y servicios para satisfacer las necesidades fundamentales de su población, pero
de ninguna manera pueden continuar por este camino de desarrollo en el cual los
países más ricos tienen una huella ecológica 5 veces más grande de lo que el planeta
es capaz de soportar. En la actualidad ya se ha excedido en más de un 30% la
capacidad del planeta para regenerarse. A este ritmo de sobreexplotación de nuestra
Madre Tierra se necesitarían 2 planetas para el 2030." (en Internet:
http:/cmpcc.org/acuerdo-de-los-pueblos).
12
El problema principal en la lucha por la protección del medio ambiente natural es la
separación del movimiento ecológico frente al movimiento obrero, así como su
limitación local o a proyectos. Se pudo desarrollar, en el movimiento ecológico
pequeñoburgués, cierta arrogancia frente al movimiento obrero e influencias
anticomunistas. Esto fue favorecido por el hecho de que en el movimiento obrero
estaba poco desarrollada la conciencia sobre problemas ecológicas. En 2010 la 10a
Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxistas-Leninistas discutió
crítica y autocríticamente este problema. La resolución dice:
"La cuestión ambiental se ha convertido en una grave preocupación para toda la
humanidad debido al peligro de la destrucción irreversible de la Madre Tierra por las
potencias imperialistas para realizar su avidez de lucro. La Conferencia Internacional
estableció que hubo limitaciones del movimiento marxista-leninista y de la clase obrera
en el abordaje del tema ambiental. ¼ La clase obrera debe asumir su rol de dirección,
al mismo tiempo que trabajar junto a los ambientalistas serios. La solución de la
cuestión ambiental yace en el restablecimiento de la unidad del hombre con la
naturaleza a través del socialismo/comunismo donde el centro serán los intereses de la
humanidad y no el lucro."
La estrategia y táctica marxista-leninista de la lucha ecológica exige:
· Superar la limitación local y temporal de las luchas ecológicas y crear un frente
internacional de resistencia para salvar el medio ambiente del afán de lucro.
Impedir la catástrofe climática es actualmente la meta común más importante de este
frente de resistencia internacional.
· Entender la lucha para imponer los procesos de producción avanzados de la
economía circular como parte de la lucha de clases del proletariado internacional, y
llevarla a cabo en alianza con todos los movimientos masivos que pueden ser
ganados para ésta.
· Ligar la lucha por las medidas inmediatas más urgentes para la protección del
medio ambiente con la preparación de la revolución socialista internacional. El
movimiento obrero revolucionario debe colocarse a la cabeza de la lucha por la
protección del medio ambiente natural.
(…)
III. 4. La estrategia y táctica para forjar el frente único proletario
(...)
Lucha por la protección del medio ambiente
Actualmente la lucha por salvar el medio ambiente natural debe dirigirse contra el modo
de producción capitalista y el dominio único del capital financiero internacional,
desarrollándose bajo la dirección de la clase obrera en un frente de resistencia
internacional. Este frente no puede exigir como condición previa que se reconozca el
objetivo socialista; pero los marxistas-leninistas deben librar esta lucha como escuela
del organizarse internacionalmente en la lucha contra el imperialismo y por el
socialismo.
13
En los últimos años el movimiento ecológico ha llegado a ser, además del movimiento
obrero, el movimiento en el cual se plantea más intensamente la cuestión del sistema.
Esta es una condición importante para que la resistencia activa por salvar el medio
ambiente se convierta en parte de la lucha transformadora de la sociedad, por el
socialismo. Al mismo tiempo la resistencia activa por la salvación del medio ambiente
no se reduce a la lucha de clases. Ella incluye en la lucha a amplios sectores de las
capas no proletarias, lo cual exige un trabajo de alianza en todos sus aspectos.
En su trabajo de hormiga el MLPD promueve en las masas un trato consciente frente a
la naturaleza. Aboga por la unidad entre los movimientos ecológico y social, por la lucha
conjunta de los obreros y las grandes masas, con los científicos progresistas y las
fuerzas de la burguesía no monopolizada conscientes del medio ambiente, por el apoyo
a la política medioambiental de gobiernos antiimperialistas o de gobiernos de Estados
particularmente afectados, como las islas del Pacífico.
Con su estrategia y táctica de la lucha por el modo de pensar, el MLPD ayuda a las
masas a fortalecer su consciencia ecológica de tal manera que puedan resistir la
campaña de desinformación de los "escépticos del clima" pagados por los monopolios,
al fatalismo desmoralizador de un estado de ánimo de inminente fin del mundo, y otras
influencias del modo de pensar pequeñoburgués-ecologista. Las agrupaciones
internacionales para la protección del medio ambiente natural deben ser de carácter
"überparteilich"1 y abiertas con respecto a la concepción del mundo, deben trabajar
sobre una base antifascista y ser organizadas democráticamente, con independencia
financiera. Deben combatir todo tipo de afán de dirección pequeñoburgués. Debido a la
hegemonía por muchos años de los activistas pequeñoburgueses, la lucha contra el
anticomunismo moderno tiene una importancia particular.
En el 2008 el MLPD publicó su Programa para la protección del clima. Allí se
fundamenta la propuesta de reducir hasta 2030 la emisión de gases invernaderos en un
70 hasta 90 por ciento mediante el uso al cien por ciento de energías renovables y a
costa de los monopolios.
El MLPD hace esfuerzos exitosos por la cooperación internacional de las fuerzas
revolucionarias, también en la lucha por salvar al medio ambiente del afán de lucro.
Apoya a agrupaciones internacionales, como al Consejo del Medio Ambiente que se
realizó con participación internacional por primera vez en 2009 en
Gelsenkirchen/Alemania, y abogando al interior del movimiento obrero
sistemáticamente a favor de tales acciones. La lucha política ecológica conjunta bajo la
dirección de la clase obrera –con publicaciones y discusiones de masas sobre
tecnologías o procesos de producción que protegen al medio ambiente y su imposición–
también es una escuela para la construcción del socialismo y para la formación del
papel dirigente del proletariado industrial internacional, el portador de las fuerzas
productivas más avanzadas.
(…)
1 no partidarizado; überparteilich significa un principio de organización que une a las personas con
diferentes concepciones del mundo y/o afiliación partidaria sobre una base democrática y con igualdad de
derechos (Nota del traductor).
14
Extracto de la Parte I: La estrategia proletaria y el carácter internacional de
la revolución socialista
I.5. Exitos inmortales en la construcción del socialismo
(...)
Protección del medio ambiente en el socialismo
Carlos Marx también desarrolló en su libro El Capital la línea fundamental dialéctica de
los comunistas sobre la relación entre el ser humano y la naturaleza:
"Ni siquiera una sociedad entera, ni una acción, ni todas las sociedades que coexistan
al mismo tiempo, son propietarias de la tierra. Sólo son sus poseedores, sus
usufructuarias, y como boni patres familias** tienen que dejársela mejorada a las
generaciones futuras" (Marx, El Capital, libro III, tomo III, pág. 215).
Los países socialistas, debido a las circunstancias históricas, no pudieron comprender y
realizar esta línea directriz en todos sus aspectos. La Unión Soviética socialista tuvo
que emprender esfuerzos inmensos para imponer la gran producción socialista o para
prepararse ante el ataque del fascismo hitleriano y crear la base industrial de la lucha
por la supervivencia. Estos fueron proyectos gigantescos, que sobre todo tuvieron que
poner en mira la defensa del socialismo. La descomunal presión del campo imperialista
sobre la Unión Soviética socialista sedujo a su política económica parcialmente a
grandes proyectos y medidas, las cuales tuvieron efectos destructivos sobre la unidad
entre el ser humano y la naturaleza. La China socialista aprendió de este desarrollo.
Ella realizó, mientras Mao Tsetung vivió, en muchos terrenos una protección ambiental
ejemplar, al nivel de los conocimientos científicos de ese entonces. En la primera
Conferencia de la ONU sobre la protección del medio ambiente, del 5 al 16 de junio de
1972 en Estocolmo, el responsable de la delegación china, Tang Ke, informó:
"Nuestro gobierno empieza ahora trabajar de manera planificada para evitar y eliminar
la polución industrial del medio ambiente por causa de escapes, aguas residuales y
desechos, en coincidencia con los principios de una planificación integral, distribución
racional, uso polifuncional, transformación en útil lo dañoso, confiar en las masas, la
participación de todos en la protección del medio ambiente por el bien del pueblo.
Desde muchos años realizamos movimientos patrióticos de masas para la higiene y
movimientos para la reforestación, intensificamos el mejoramiento de la tierra,
impedimos la erosión del suelo, remodelamos enérgicamente las viejas ciudades,
construimos las nuevas zonas industriales y mineras planificadamente, etc., para así
conservar y mejorar el medio ambiente humano. Los hechos han probado que el
desarrollo de la industria sirve al bien del pueblo y que es posible resolver los
problemas que surgen del desarrollo industrial, si el pueblo es el dueño de su país, si el
gobierno sirve verdaderamente al pueblo y se preocupa de los intereses del pueblo."
(Peking Rundschau [Pekín Informa] No 24 de 1972, pág. 7 de la edición en alemán).
Un punto de partida central era el modo dialéctico de abarcar los problemas de la
contaminación ambiental. Por ejemplo se discutió en una campaña de masas:
"Si se actúa ... conforme a la dialéctica materialista, la basura y la no-basura son
términos relativos. No existe nada en el mundo que sea absolutamente basura. Bajo
* (Buenos padres de familia del latín: Buenos padres de familia)
15
una condición una cosa es basura, bajo otra es algo valioso; lo que es basura en un
producto, es buen material para otro." (Peking Rundschau No 6 de 1971, pág. 8 de la
edición en alemán).
Así se desarrolló una campaña de masas por la unidad dialéctica entre las políticas
económica y ecológica socialistas que llamó la atención en todo el mundo. La autora
Sylvia Rogge escribió en la introducción a la recopilación de material Umweltschutz in
der VR China ("Protección del medio ambiente en la RP China"):
"La protección del medio ambiente se popularizó entre las bases de masas ya mucho
tiempo antes que este tema se hiciera moderno, por ejemplo en la RFA. Según las
instrucciones del presidente Mao se hizo realidad el uso múltiple, se limpiaron los ríos y
lagos, se transformaron los excrementos en fertilizantes, se construyeron plantas de
depuración, se colectaron materias primas, etc. La importancia de la protección del
medio ambiente fue subrayada por la dirección china vinculándola con la línea
revolucionaria de Mao Tsetung. Y el ahorro, el uso múltiple, la consideración al medio
ambiente local, la descentralización de la industria y una disminución de la urbanización
hicieron de China un país con una consciencia ecológica que parecía ser ejemplar."
(Umweltschutz in der VR China, Holger Strohm [ed.], pág. 12 de la edición en alemán).
El catedrático Dr. K. William Kapp, que a comienzos de los años 1970 se ocupó
intensamente de la protección del medio ambiente en la RP China, constata que ella
"desarrolló una estrategia particular y ha ganado exitosamente al público para una
colaboración que supera de lejos lo que se puede constatar en otros países en
desarrollo o industriales." (Ibid., pág. 74).
También a partir de la RDA socialista se organizó de forma ejemplar la colecta y el
reciclaje de las llamadas "materias primas secundarias". Tanto instituciones privadas
como estatales recolectaron papel reciclable, botellas y vidrios, más tarde también la
chatarra y las ropas usadas. Ya en los colegios se propagaba el trato correcto de estas
materias primas. Los niños y jóvenes –organizados en sus organizaciones juveniles– se
convirtieron en activistas de la protección del medio ambiente y financiaron su trabajo
con los ingresos de estas colectas de desechos reciclables. Con estas amplias medidas
para el reciclaje también se enfrentó la escasez de materias primas de la RDA.
El fundamento de la ampliamente previsora política ecológica en el socialismo fue el
exitoso debate social, de que con la superación del modo de producción capitalista,
orientado a maximizar la ganancia, la recuperación de la unidad entre el ser humano y
la naturaleza, desarrollándola a niveles superiores, ha podido transformarse en meta y
condición básica de la economía socialista.
(…)

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Literatura

¡Alarma de catástrofe!l ¡Alarma de catástrofe! - ¿Qué hacer contra la destrucción deliberada de la unidad entre el ser humano y la naturaleza?
Autor: Stefan Engel

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